FUNDACIÓN ATCHUGARRY

Un verdadero entorno escenográfico natural configura la fundación creada por el artista en el año 2007. El edificio y el diseño paisajístico representan ámbitos para la difusión de las artes plásticas, literatura, música, danza, entre muchas otras manifestaciones. Crear espacios de diálogo y aprendizaje constante es el principal cometido de la institución.

El volumen principal se conforma por tres salas de exposiciones, un auditorio, escenario al aire libre, salón didáctico y una sala dedicada a la colección permanente; una pieza inscripta en el inmenso Parque Internacional de Esculturas.

Entre los caminos y senderos se desenvuelven los diálogos y vínculos entre arquitectura, escultura y paisaje. La capilla “La Piedad”, quizás el evento más sorpresivo del parque, acerca a al hombre a la experiencia mística de recogimiento.

Los proyectistas tomaron el desafío de materializar la cosmovisión del artista a través de un manifiesto de luz y hormigón. El espacio cueva, es todo una semántica material de austeridad dónde la tectónica, la geometría y la incidencia de la luz son protagonistas.

Con ya once años de trayectoria la fundación se ha planteado nuevos desafíos, nos referimos a la construcción del primer Museo de Arte Latinoamericano de Uruguay de la mano del reconocido arquitecto Carlos Ott. La necesidad contemporánea de conectividad global hace necesario virtualizar y sociabilizar la experiencia del arte.  Expandir el arte uruguayo hacia otros márgenes, situarlo en un “(…) contexto más amplio, en un contexto latinoamericano”.

El museo estará inscripto en el centro del parque a fin de potenciar las vistas. Se prevé que el mismo esté terminado para diciembre 2020. Será un edificio de vocación decisivamente abierta. Albergará la colección privada del Atchugarry y su taller junto a la colección de otros artistas con énfasis en los artistas latinoamericanos. También habrá espacios para los más jóvenes enfocados a la discusión y debate del arte. Se llevarán a cabo intercambios culturales, muestras programadas y curadas, ámbitos de disertación y programación de variadas actividades culturales.

En definitiva se trata de capitalizar y potenciar el atractivo turístico que caracteriza a esta punta de nuestro país y hacer del arte un epicentro de participación colectiva.