BODEGA GARZÓN

Quizá la visión idílica de la “pequeña Toscana” uruguaya sea la principal motivación que llevó al ingeniero Alejandro Bulgheroni junto a su esposa a imaginar lo que hoy representa la Bodega Garzón.

Ubicada en Maldonado, entre Pueblo Garzón y el Océano Atlántico la bodega se configura en un enclave de gran valor paisajístico. Una zona de pujante desarrollo vitivinícola que se postula como uno de los destinos mejor calificado por el turismo nacional e internacional.

El paisaje levemente ondulado, de suelo fértil y rocoso combina el sustrato geológico del Escudo Brasil con la presencia del monte nativo. Su producción lo refleja, tal como arguyen sus dueños se enfocan en elaborar un vino con fuerte identidad y sentido del lugar. Y los especialistas lo reafirman, la presencia del suelo de roca de balasto es el factor determinante del adecuado equilibrio de minerales que caracteriza al vino. No menor es la incidencia de los vientos costeros que aminoran las temperaturas obteniendo uvas de alta calidad, acidez, complejidad y frescura.

La organización formal de la bodega remite a una volumetría articulada que se integra al paisaje de forma escalonada; un oportuno aprovechamiento del desnivel propio de la topografía escarpada del sitio. El diseño estuvo a cargo del reconocido estudio de arquitectos Bórmida & Yanzón. Su formulación es consecuente con el paisaje, buscando generar un ecosistema apropiado para la producción de un vino de máxima calidad.

El edificio se dispone en pabellones que se van encadenando, las naves de producción fueron semi-enterradas en las cotas más bajas mientras que la larga volumetría se desoculta en las áreas sociales. De esta forma, se disminuye el impacto de la masa construida y direccionan las vistas al paisaje en amplias terrazas que se abren al entorno.

Además de los 500 acres de viñedos las instalaciones abarcan áreas de producción, salas de degustación, club privado, restaurant y cuevas para almacenamiento. Interiores que plasman una propuesta de diseño integral, realizada por el estudio de interiorismo Backen, Gillam & Kroeger de california. La materialidad se hace presente en el espacio. Las texturas de hormigón, hierro, piedra, madera y granito producen formidables contrastes tectónicos ante la incidencia de la luz sobre las superficies. El mobiliario también acompaña, la barra circular con tapa de lapacho, las mesas de mármol blanco o el chandellier confeccionado con malla metálica, denotan un riguroso cuidado en cada detalle.

Tanto el diseño de vanguardia como la diversidad programática que ofrecen al visitante amplifican la tradición de tomar vino. El concepto del “Enoturismo” se desdobla en múltiples experiencias que van desde descubrir los secretos de la bodega, participar de ferias de vinos, disfrutar de un variado menú con productos de estación, cursos de cocina, picnics hasta una variada propuesta de tours entorno a las instalaciones.

Otro de los aspectos que cabe mencionar, es la estrategia de sustentabilidad que atraviesa toda la obra, desde la producción de vinos hasta la obra construida. La Bodega Garzón es considerada la primera sustentable fuera de Estados Unidos, lo que implica cumplir con rigurosas exigencias establecidas por el organismo United States Green Building Council. Por otra parte, recientemente obtuvieron la certificación LEED para todas sus instalaciones y productos asociados. La tecnología de punta y el diseño denotan un aprovechamiento responsable y racional de los recursos naturales. Se considera que la misma consume el 40% menos de energía y genera el 40% de la necesaria por medio de molinos y paneles fotovoltaicos. Los materiales utilizados como la madera presente en los interiores están certificados y son de origen nacional. También los procesos de cultivo incorporan técnicas ecológicas, de hecho el reconocido enólogo y viticultor Alberto Antonini es el profesional a cargo de la supervisión y desarrollo de los viñedos.

La adhesión al cumplimiento de normas LEED influyó ampliamente en la definición conceptual, material y tecnológica de todo el conjunto. Se destacan decisiones de diseño como los techos verdes aislantes para el ahorro energético, la recolección y reutilización de agua. Por otra parte los sistemas de calefacción son de alta eficiencia permitiendo la recuperación continua del calor.

Paisaje, tecnología y sustentabilidad; tres aspectos que se aúnan en un concepto de turismo sustentable. Una preocupación continúa en la presencia de lo local, en temas ambientales y por sobretodo en procurar ofrecer la mejor calidad de productos y servicios.