El “Barrio apilado” se ubica en el área central de la ciudad de Merlo, San Luis, una pequeña ciudad-pueblo turística que crece rápidamente y de manera descontrolada. El mismo se constituye en el primer edificio de su escala, tipo y lenguaje de la zona.
El proyecto nace a partir de acciones que intensifican las relaciones, aproximando lo diverso, mixturando y densificando el programa urbano, optimizando así sus recursos. Se ensayan las lógicas del hábitat y el habitar, proponiendo nuevas densidades habitacionales y programáticas. Así surge un edificio híbrido que responde a la normativa vigente y leyes del mercado, concretándose con mano de obra y materiales locales sin descuidar una de las principales premisas del encargo: obtener el máximo redito económico del lote.
El conjunto edilicio se desarrolla en planta baja más dos niveles destinados a vivienda. En planta baja se ubican locales comerciales y se propone un ensanche público que funciona como expansión de los mismos.
El edificio se define como un volumen aterrazado en el que cada vivienda posee un patio privado, entendiéndolo como algo óptimo según el enmarque climático y paisajístico del lugar. La disposición transversal (este-oeste) de las unidades permite la ventilación cruzada, así como visuales directas al valle y las sierras.
La estructura independiente de hormigón armado visto se evidencia en la fachada. Este material define el lenguaje y dota de identidad al edificio en el contexto del área central.
Este proyecto fue reconocido con una mención en el Premio Nacional ARQ-FADEA 2024/2025, en la categoría obra privada escala media, Región Nuevo Cuyo.
*Extraído de la memoria de los arquitectos.