El programa está destinado a oficinas y depósito de HÓMINI, una marca dedicada al diseño y comercialización de accesorios de moda cuya impronta despojada, contemporánea y femenina definen una marcada identidad.
El proyecto se implanta en un padrón que contiene una antigua casa con un alto interés patrimonial, con dos niveles al frente y un gran terreno libre hacia el centro de manzana. El edificio se apropia de la vivienda existente a través de respetuosas intervenciones que preservan y potencian la esencia arquitectónica del inmueble, valorizando sus elementos formales y especialidad.
Se establece un diálogo entre tradición y contemporaneidad. Se abren espacios hacia el exterior a través de patios que generan una relación más fluida con el entorno y maximizan la luz natural, al mismo tiempo que se crean contrastes de forma y materialidad que resaltan los elementos arquitectónicos originales de la vivienda.
Además, se incorpora un nuevo volumen en la parte posterior del predio. El mismo se relaciona visual y espacialmente con la vivienda existente a través de un amplio patio central con una fuerte presencia de vegetación.
Ambos volúmenes comparten un lenguaje común de fachada, materializado en una piel semitranslúcida que funciona como elemento de protección tanto física como visual. Esta envolvente juega con diferentes densidades de aperturas, que varían en tamaño y disposición, modulando la privacidad y regulando la relación con el entorno y la naturaleza circundante. Este juego de aperturas no solo otorga dinamismo a la fachada, sino que también transforma la percepción del espacio, generando un continuo cambio en la luz y la sombra a lo largo del día.
*Extraído de la memoria de los arquitectos.