El proyecto se implanta en un lote angosto con orientación norte-sur que previamente albergaba una cancha de fútbol. Se ubica en un tejido consolidado en un barrio residencial cercano al río.
Surge a partir de cambios dentro de una familia que se renueva y busca adaptar espacios existentes de ocio a las nuevas necesidades de sus hijos. Se compone por dos viviendas en triple altura apareadas, donde se articulan los distintos espacios a lo largo de tres patios.
El primer nivel de los tríplex, condensa el área social. El living se encuentra continuo al patio de acceso delantero. Este espacio se separa del comedor cocina a través del patio verde intermedio, el cual funciona como pulmón y conector vertical para las dos casas chorizo en altura. El comedor cocina se ubica al fondo, proyectándose hacia el patio posterior, el cual combina vegetación y un rincón de descanso. Contra la medianera, nace la escalera interior y se ubica un toilette debajo de la misma para una mayor optimización del espacio.
El nivel intermedio se divide en dos dormitorios en suite que rematan los extremos norte y sur. Sumado a esto, continuo al patio intermedio se ubica un escritorio, habilitando los nuevos modos de habitar y trabajar post pandemia.
El último nivel aloja un volumen liviano, donde se ubica un quincho para complementar el disfrute al aire libre que aporta la terraza. Contrastando con los 2 niveles anteriores materializados en ladrillo, este volumen cuenta con una estructura a dos aguas en chapa. Esto genera una discontinuidad formal a la vez que unifica verticalmente las viviendas apareadas en triple altura.
Esta obra recibió el 3er premio en la categoría obra privada escala menor, región Córdoba, en el Premio Nacional ARQ-FADEA 2024/2025.
*Extraído de la memoria de los arquitectos.