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El proyecto se encuentra, como su nombre lo indica, en Jesús María, una ciudad ubicada a 50 km de la capital de Córdoba, Argentina. En esta ciudad predomina una lógica de ocupación de una vivienda por lote, lo que no da solución a la gran demanda habitacional existente. Frente a este contexto, el proyecto plantea un conjunto habitacional de 4 unidades. Las mismas se implantan en un lote en esquina de 420m2 con una pendiente que asciende de norte a sur.
La pendiente del terreno se convierte en un punto crucial para la toma de partido del proyecto. Se optó por implantar el conjunto adaptándose a la topografía existente, aprovechando la pendiente para organizar las tipologías en medios niveles. Esta estrategia permitió mantener la escala del tejido circundante, pero ganando un espacio cubierto por debajo de la cota cero. Esto también presenta ventajas a nivel ambiental, ya que contribuyó a moderar el impacto sobre el suelo natural.
Se generan 4 unidades de vivienda contínuas, cada una de 130m2. Se organizan en 2 franjas programáticas que se diferencian claramente en fachada. En una se condensan los servicios y circulaciones verticales, y en la otra las áreas comunes y dormitorios. Cada unidad cuenta con 5 medios niveles con orientación norte o sur dependiendo del caso. Sobre la fachada norte se ubica en planta baja el garage, en el primer piso el comedor-cocina con terraza y en el segundo piso un dormitorio y un baño. En la fachada sur, se ubica en el primer medio nivel el living y en el segundo medio nivel otro dormitorio y baño. Entre los medios niveles se genera un vacío cubierto que incorpora vegetación y difumina los límites entre interior y exterior. Todo este planteo con doble orientación permite aportarle a los espacios de orientación sur mayor iluminación natural y generar ventilación cruzada.
Se colocan paneles plegadizos en el vacío central, posibilitando reconfigurar el interior. Esto permite que las tipologías oscilen entre lo compartimentado y lo continuo según las necesidades programáticas y espaciales del usuario.
En cuanto a lo constructivo, el proyecto aplica tecnologías locales. Se busca la simplificación de los procesos, utilizando los mínimos recursos y repitiendo un mismo módulo con pequeñas modificaciones. Los muros de ladrillo interiores y divisorios entre tipologías constituyen la estructura portante. Las losas de hormigón visto y los muros de ladrillo visto pintados de blanco como terminación final refuerzan la búsqueda de lo simple. Esta búsqueda también se expresa en fachada, a través de su volumetría monocromática.
Este proyecto obtuvo el 2do premio en el Premio Nacional ARQ FADEA 2024/2025 en la categoría obra privada escala menor, región Córdoba.
*Extraído de la memoria de los arquitectos.
Arquitectos: Carranza Vazquez arquitectos
Año: 2021
Acceso: publico
