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El proyecto de reconfiguración de la escalinata busca mejorar su uso como espacio público al abordar tres problemas: la falta de accesibilidad para salvar el desnivel entre las calles Blanes y Piera, la concentración de vegetación en un solo sector, y la ausencia de lugares de estancia. De esta forma, se plantean tres soluciones: introducir una rampa en zigzag para resolver la accesibilidad, colocar una escalera para mantener la circulación rápida, y crear intersticios entre ambas circulaciones que se conviertan en áreas de jardín y espacios para estar, generando un paseo dinámico (promenade) en lugar del estático belvedere actual.
La primera operación introduce una rampa que salve el desnivel importante. Esta rampa deberá adecuarse al perímetro mediante un zig-zag para lograr las pendientes que requiere la norma.
La segunda operación consiste en colocar una escalera para conservar la dinámica existente de circulación “rápida”. De modo que, para que la rampa y la escalera coexistan, se generan una sucesión de descansos que se ubican en el cruce de ambas. Este entrelazamiento de las dos circulaciones permite la aparición de una serie de intersticios, que en la tercera operación, se convierten en áreas de jardín y de “estar”, conformando un paseo/promenade.
Para facilitar la construcción, se pensó una lógica modular, diseñando cinco piezas de hormigón premoldeado que cuentan con la misma longitud y cuyos anchos y largos serán múltiplo de la huella y la contrahuella de la escalera respectivamente. Esta variación de los anchos permite cierta libertad en la composición y permite colocar las estancias y los jardines de forma aleatoria.
A pesar de que se demuele gran parte de la escalinata existente, se aprovechan los muros para contener el suelo y poder concebir la nueva pendiente que necesita el suelo. En los extremos inferiores de estos muros se colocan drenes para evitar que el suelo se lave. Así, se genera un sistema de drenajes para acumular agua que será utilizada para riego.
El paisajismo también sigue esta lógica modular, con dos tipos de piezas para albergar diferentes tipos de vegetación. La perspectiva desde Blanes hacia Piera se constituye a partir de dos elementos fundamentales: la calle y la aparición súbita de vegetación al final de la calle. En definitiva, se conforma una nueva situación paisajística que contempla la doble condición de la domesticidad en clave de “patio urbano”, a la vez que se consolida como un equipamiento para la ciudad.
*extraído de la memoria de los arquitectos.
Arquitectos: Estudio TAMO
Año: 2023
Programa: Plaza
Acceso: publico
