El edificio se presenta como un condensador urbano, que reúne todos sus programas en un edificio único, icónico, reconocible, como parte de una red y que plantea una estrategia sostenible sobre el uso del suelo. Se decide utilizar el máximo volumen construible de la manzana 97C, liberando a la manzana 97D de cualquier construcción que limite su potencial edificable, dejándola disponible como reserva de la institución para usos futuros.
El volumen activa sus 4 bordes diferenciando accesos de distintos usos:
En cuanto a la organización programática, el edificio se organiza con 5 piezas de diferente naturaleza que se condensan en un objeto unificador que sintetiza su complejidad de forma simple y clara.
En el cuerpo principal del edificio se encuentran los programas de exhibición con gran requerimiento de superficie y volumen. Una secuencia de vacíos y escaleras conectan los tres niveles destinados, admitiendo su uso como un espacio continuo o segmentado para exposiciones de distinto carácter.
En tanto, en el basamento se organizan los espacios para eventos, que requieren afluencia de público, disponiendo su acceso en el primer subsuelo vinculado de forma simple con grandes escalinatas desde el parque lineal, permitiendo el funcionamiento y acceso independiente de las actividades de exhibición.
Por otro lado, la terraza se convierte en una extensión del parque lineal, con un fuerte carácter público y de horario extendido. La oferta gastronómica que se alberga en este nivel, permite extender su perspectiva al paisaje y al mismo tiempo, el edificio se percibe como un faro que se vincula con el Polo Científico Tecnológico a la distancia.
El jardín de primera infancia es otra de las actividades programáticas relevantes del edificio, que requiere condiciones específicas de accesibilidad, privacidad y seguridad. Este se ubica en el subsuelo rodeado de 2 patios, uno de ellos que permite el acceso a través de rampas y por otro lado, un patio de juegos hacia la calle Atacalco.
Por último, las áreas de servicio se ubican en el segundo subsuelo vinculados verticalmente a través del montacargas con las salas de exhibición y área de carga y descarga en planta baja. Mientras tanto, los estacionamientos y salas de máquinas se ubican en el último subsuelo.
Respecto al sistema constructivo, con el objetivo de permitir una máxima flexibilidad se ha adoptado una tipología estructural simple de hormigón elaborado in situ en una grilla de columnas con la inclusión de voladizos perimetrales. También se diseña una envolvente, la cual conforma de diversas capas que resuelven problemas técnicos específicos, al mismo tiempo que se establece como la interfaz que media entre el edificio y su entorno.
*Extraído de la memoria de los arquitectos.