Baja, con un amplio asiento tapizado en tela tejida en lana y un amplio respaldo, tejido con hoja de totora.
Esta pieza de mobiliario es una perfecta mezcla de formas audaces y técnica artesanal. Inspirada en la obra del arquitecto uruguayo Julio Vilamajó, el Ventorrillo de la Buena Vista.
Esta construcción data del año 1945, y se ubica en la cumbre de las sierras de Villa Serrana. Es emblemática por su volumetría, el uso de materiales locales y el recurso de lograr mediante grandes ventanales que el paisaje circundante se integre con el interior.
Esta poltrona está fabricada con madera de Petiribí, totora teñida y tejida y cuenta con un asiento tapizado con tela tejida en telar expresamente para dicho diseño.
Fue diseñada para que dos personas puedan sentarse en ella Materiales tradicionales y locales entran en el interior del hogar con elegancia, simplicidad y confort.
La pieza fue parte de la colección “Hilos Invisibles” exhibida en The Aram Gallery en Londres durante la “London Design Festival” del año 2018.