BALDÍO de Bulla

Baldio #1 es parte de un proceso dentro de otro proceso.

Baldío resurge en un contexto de pandemia, como un proceso de ocupación del “mientras tanto”. Este proceso urbano se entiende como un vacío de espacio y tiempo que existe mientras llega la aprobación de una obra.

Esta construcción forma parte de un proyecto comunitario de vivienda compartida con una fuerte impronta ambiental y social.Baldío es una ocupación botánica sobre la flora espontánea que crece en un sitio que fue destruido. Indagamos sobre esta nueva flora híbrida, global, autóctona y exótica. La monitoreamos y la observamos: mantenemos un semillero mientras la catalogamos en un herbario. Esas semillas luego volverán al proyecto de construcción.

Esta botánica autónoma y espontánea que crece ante el abandono humano funciona como un microparche ecológico que comienza a interactuar con la vegetación urbana.

Baldío es una filosofía sobre la relación que tenemos con el ecosistema latente y las nuevas ecologías emergentes en las ciudades. Se manifiesta hoy en la ocupación pandémica de un lote de 8,66 m pero es, en definitiva, una nueva forma de mirar el urbanismo que puede empezar a pensar desde una perspectiva ecosistémica.

Baldio#1 en Lugones inaugura una serie de conservatorios en torno al tema de la ocupación, el mientras tanto y el tercer y cuarto paisaje. Junto a Ir arquitectura, BULLA y ESCAPE pretendemos investigar estos nuevos fenómenos: esta red de solares baldíos que emergen en la ciudad como posibles espacios públicos temporales.

Hoy, el baldío es un sistema de estacas que manipulan la antropización del sitio, un mueble para observar y un monitor de jardín para cuidar. El registro fotográfico y visual regular da cuenta de todo este proceso.