Debido a la posición estratégica en la que se ubica el volumen, se logra liberar a mas de la mitad del terreno disponible, hacia donde finalmente termina de vincularse esta vivienda de verano de tan solo 35m2. El predio esta destinado a una suerte de economía creativa que contempla menos diseño o y mayores posibilidades. Así habilita al usuario a cargar el entorno natural de significados propios, una siesta en la hamaca a la sombra de los arboles o unos mates alrededor de un pequeño fogón son algunas situaciones que resuelven tanto como el diseño arquitectónico.
Este refugio, pensado como un mueble habitable, implantado con una mínima intervención y elevado ligeramente del suelo, intenta con mínimos recursos cumplir con su propósito buscando dejar una leve marca en el paisaje.