La casa se encuentra ubicada en un lote único en primera línea de Punta Ballena y se desarrolla en tres niveles siguiendo la gran pendiente del terreno, finalizando con un remate único, sobre las rocas, con vista franca al mar y al poniente.
Tomando partido de este privilegio, los distintos volúmenes se fueron escalonando en planta y abriendo de forma tal que la vista es fantástica desde todos los espacios. Los espacios principales como el living en doble altura, la master suite y galerías, se abren totalmente al mar, mientras que a la calle, la casa se cierra y se incorpora a la escala existente.
La arquitectura se despliega, con grandes planos paralelos contundentes, de hormigón visto en sus cubiertas y a su vez livianos, por las proporciones logradas y las transparencias sugerentes.
El basamento de la casa, a diferencia de la planta baja y la planta alta, es enteramente de piedra. En los interiores aparece la roca natural del terreno, generando un agarre al suelo natural y una estética única. La piedra natural siempre se luce por medio de los patios y las diferentes visuales que toma la casa, que conectan los niveles por huecos o patios.
Los materiales acompañan la arquitectura local, se buscó utilizar la menor cantidad y que se usaran de forma neta. Se destacan la madera de lapacho en fachadas, tanto en revestimientos como en cerramientos, el hormigón visto con textura de tablas, en losas y paredes perimetrales y los pisos de piedra natural, que son continuos y sin corte material entre el interior y el exterior, continuando hacia la pileta con borde infinito a la bahía.
Al igual que los materiales, la vegetación forma parte de la propuesta principal de diseño, siendo el remate en los diferentes niveles, de forma perimetral con un amplio macetero/baranda en planta alta y acompañando lateralmente accesos y senderos durante todo el recorrido. La vegetación es el tamiz perfecto para la privacidad desde el interior y una vista y sensación más orgánica desde el exterior.
El subsuelo es una planta libre, con una amplia sala de juegos, gimnasio, cava y una vista a la mar infinita, que se logra sacando partido del desnivel del terreno y enfatizando la idea general de la casa: una edificación que acompañe el terreno natural preservando una constante relación entre el interior y el exterior.