CRIZIA

Trabajar sobre un Proyecto gastronómico de alta cocina fue un desafío y un aprendizaje.El requerimiento inicial del cliente fue la austeridad. El proyecto arquitectónico no debería imponerse por sobre la propuesta gastronómica.

Crizia es reconocido principalmente por sus ostras. Trabajar sobre eso y su locación, “Pocitos”, fueron el puntapié inicial.El desarrollo de la identidad radica en el trabajo material, sus texturas y un lenguaje despojado de absolutamente cualquier característica que signifiquen, ostentación.La arena, la ostra y el mar resultaron estimulantes al momento de definir materialidad.El proyecto se desarrolla en dos niveles servidos, ubicándose en la planta de acceso el salón principal y en planta alta un salón con relación especial entre el “chef table” y una terraza intima.Hacia el fondo, medio niveles resuelven el programa de servicios. En subsuelo el área de stock y depósitos, el primer entrepiso los baños de servicio y en el segundo entrepiso “chef table”, pastelería y oficina.

Se accede al salón e inmediatamente uno reconoce lo mas importante del salón, su cocina, que hace de fondo y se enmarca desde el primer momento.

La cava en 3 niveles funciona como elemento conector de todo el conjunto. Inicia en planta baja en dos niveles y culmina en planta alta con bodegas de reserva.La impronta de hormigón martelinado, hacia el frente, recuerdan un paisaje natural, casual y artesanal.La puerta de acceso de 3,2 mt de alto por 1,6 mt de ancho se refiere al interior de una ostra pero también a un trazo “artístico” abstracto.

Para el desarrollo de las barras y el acceso se trabajó de forma colaborativa con, “SPL”, una empresa de revestimientos porcelanicos.Las barras interiores tienen un desarrollo particular y sutil en referencia a la cascara de la ostra.La memoria del lugar fue fundamental para resolver el clima interior. Para eso se decidió poner en valor una losa de ladrillo existente. En las columnas de hormigón se puede ver la memoria del muro que sirvió en algún momento de encofrado.

Hormigón, madera, ladrillo y hierro en tonos naturales terminan por definir el clima de esta propuesta gastronómica.