El proyecto se organiza en torno a un patio cuadrado que atrapa el roble existente. El patio hace las veces de centro rotatorio sobre el cual se disponen diferentes elementos y equipamientos que pautan las actividades y lugares. Invirtiendo la relación circulo cuadrado de la casa de Mantegna, la planta cuadrada del patio se enmarca en su apertura al cielo en un círculo. Paredes y cielos de hormigón, el piso de monolítico pulido, definen una condición monomaterial que tiene como contrapunto de color elementos singulares, cierres textiles y la naturaleza atrapada. Un mudo que se intensifica mediante los reflejos de las superficies pulidas que desestabilizan la relación entre el adentro y el afuera.