El encargo se circunscribe dentro del Programa de Crédito Argentino del Bicentenario (PRO.CRE.AR), para familias que no poseen terreno propio, y desean acceder a la vivienda única y de ocupación permanente. El emplazamiento se ubica en la ciudad de Granadero Baigorria, provincia de Santa Fe, Argentina, en tierras del Estado Nacional, que antaño pertenecieran al Ferrocarril. El encargo consta del desarrollo urbanístico de una porción de ciudad de 3.3 hectáreas de superficie, delimitada por las líneas del ferrocarril en uno de sus lados, y por una trama urbana de blanda consolidación hacia el otro, enmarcada por áreas densamente arboladas en los límites restantes. La propuesta contempla la resolución de uno de los dos sectores en los que se divide el predio, y comprende tipologías de PB+2 niveles, PB+3 niveles y PB+7 niveles; totalizando 105 unidades de vivienda y 8 locales comerciales.
El Proyecto aborda la problemática de lo impersonal en la vivienda colectiva y la infinita repetición de células de idénticas características en contraposición con la necesidad de identidad y reconocimiento del individuo. Por ello, frente al prejuicio que caracteriza a los conjuntos residenciales plurifamiliares en la repetición monótona, homogénea e impersonal, y entendiendo que la percepción y vivencia de un escenario arquitectónico diverso confiere al usuario un sentido de pertenencia y apropiación de los lugares, la propuesta propone subsanar esta inminente necesidad de singularidad e identidad propia.
Bajo esta premisa, una de las condiciones básicas de diseño en el inicio del proceso proyectual consiste en la búsqueda de un sistema organizativo de las distintas células habitacionales que admitiera variaciones entre las mismas, sin descuidar la búsqueda de una morfología integral que abarcara la totalidad del conjunto. Por lo tanto, y sin abandonar la estrategia base de implantación realizada por la Agencia de Administración de Bienes del Estado, se elaboró una intervención sobre la misma para el desarrollo de una propuesta urbana que permitiera profundizar sobre la hipótesis proyectual planteada, a partir del programa, las orientaciones, las visuales, los espacios verdes, los espacios intersticiales, las circulaciones y los accesos.
El prototipo de PB+2 niveles y el de PB+3 niveles adoptan estrategias proyectuales similares, mediante la separación de los núcleos de circulación vertical y su incorporación a la masa edilicia como células de vacío. De esta manera, logra evadirse la conformación de una circulación lineal común que atraviese a la totalidad de las células, permitiendo que ambos frentes de las viviendas posean contacto directo con el exterior y optimizando el flujo circulatorio por cada uno de ellos. Sumado a esto, las células de vacío en su encuentro con la cota de ciudad configuran ingresos, permitiendo un vínculo visual – funcional entre la calle y el patio interior del conjunto y optimizando la relación del edificio con el entorno urbano inmediato, permitiendo mayor control por parte de los usuarios en el nivel peatonal público. Esta operación volumétrica se desarrolla a partir de una tipología de dúplex que cruza la planta social con la planta de dormitorios obteniendo una serie de terrazas comunes que ofician de distribuidores, perforando la masa edilicia y generando grandes ingresos de luz al patio central.
El edificio PB+7 niveles colabora en la conformación del sistema urbano de manzana abierta, ubicándose en ambos extremos del predio. Con el fin de mejorar las condiciones de acceso, se propone un desfasaje de la pieza original en planta, tomando como eje de corte el centro de la misma. De esta manera, se mejora la relación del edifico con la calle, ensanchando la cota de vereda en los accesos tanto de las viviendas como de los locales comerciales. A su vez, este quiebre permite a las unidades ubicadas en el centro de la planta tener condición de esquina, obteniendo orientación y visuales en dos de sus caras. En el alzado, la operación de desfasaje se repite, mejorando la apertura de los locales comerciales a la calle y permitiendo alojar en el nivel superior los requerimientos espaciales para caja de ascensores y tanques de reserva sin que estos se identifiquen en la volumetría del edificio.
El sistema constructivo adoptado consiste en una estructura independiente de hormigón armado y un cerramiento de ladrillo visto al exterior. Este no solo es el método más usual y tradicional utilizado en la región, sino que también se identifica con las viejas estaciones ferroviarias en las que la predominancia del mampuesto es un común denominador, apelando a su nobleza y durabilidad constructiva. Para acentuar los vacíos generados por los núcleos de circulación vertical, se dispuso concederles la misma terminación que a los locales interiores, pintándolos de blanco, con el fin de diferenciarlos de la envolvente de ladrillo. Siendo la elección del sistema constructivo un factor de diseño intencionado, se busca una correspondencia entre las decisiones de proyecto y dicho método constructivo; por lo tanto, la estructura propuesta consiste en una grilla regular que da como resultado prototipos eficientemente modulados, en busca de una racionalidad constructiva que disminuya desperdicios y permita el empleo de tecnologías presentes en el medio local.
A partir de la resolución de las distintas tipologías de vivienda e incluyendo la aplicación de las diferentes variables consideradas, obtenemos como resultado un fragmento de ciudad en el que los habitantes adquieren no solo un ambiente urbano heterogéneo y dinámico, sino que los propietarios de las unidades gozan de las mismas condiciones de habitabilidad. La calidad espacial es atendida de igual modo en todos los prototipos respetando la superficie, las dimensiones de los locales y la disposición de las aberturas. En definitiva, se intenta expresar una arquitectura que no solo favorece a los habitantes de las viviendas sino también, considera al ciudadano en la oferta de posibles escenarios urbanos, entendiendo el propio proyecto residencial como la construcción de un paisaje.