La condición intersticial de los espacios intermedios que definen el distrito residencial de Fisherton y la ciudad en su conjunto fue el punto de partida para los arquitectos. El concepto se tradujo en arquitectura que opera a través de la transición de escalas, usos y proporciones.
Igualar diferenciando.
Cada una de las 7 casas posee la misma superficie y distribución equivalente 100 m², el valor de la singularidad se introdujo a través de una serie de estrategias proyectuales como la rotación, la inclinación de los techos y la disposición y tamaño de las aberturas o la inclusión de filtros de iluminación.
“En cuanto a los interiores, intentamos recrear la función y la dinámica de una Casa Fisherton tradicional, lograda mediante la reunión de programas de servicio dentro de un volumen de madera único. Situada en el centro del espacio, exenta de los muros y accesible desde todo su perímetro.”
Sin lugar a dudas, el mayor protagonismo se lo lleva el diseño del espacio exterior. El espacio de expansión de cada casa fue debidamente proporcionado, iluminado y configurado como conjunto a través de una serie de caminos peatonales combinando línea recata, curva y contra curva.
De esta forma, el valor de lo local se actualiza a través del paisaje doméstico que lee y resignifica las variables del entorno.