Antropizar el paisaje es para estudio AFRA remplazar la idea extractiva por la regenerativa. Construir un sentido más amplio de la acción del proyectista a través de una escala evolutiva que impulse el cambio, que artificialice y desmantele el código heredado pero que al mismo tiempo no desconozca la relación colaborativa con el medio ambiente.
Sierra Ballena es un claro ejemplo de esta codificación del paisaje. Repensar las condiciones del sitio tuvo que ver con negociar las relaciones entre lo público privado. Dicho de otro modo, entre la ruta, la casa y la playa; activar el paisaje para generar las condiciones de habitabilidad.
Comprender la dimensión oceánica y topográfica de barranca insumió una serie de estrategias proyectuales que modifican geografía sin alterar su esencia. Tres fajas implantadas de forma escalonada articulan un sistema de viviendas que se despliega a través de una secuencia de espacios interiores-exteriores.
La materialidad también es protagonista. El techo aterrazado es la extensión verde del suelo y los paramentos de piedra hacen evidente la condición pétrea de la barranca.
La vocación de proyecto se hace evidente: venerar la geografía del sitio. Una actitud que se confirma en el sentido público que adquiere la operación privada referencial al paisaje.