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Se reactiva uno de los manifiestos modernos más importantes de nuestro patrimonio arquitectónico cultural. La casa Cravotto, Monumento Histórico Nacional, pasa a formar parte de las dependencias de la FADU y la Fundación Cravotto. La compra se concretó el pasado 10 de junio de la mano de la Facultad de Arquitectura y Diseño impulsada por el Grupo de Viaje de la dicha institución.
El particular tramo de la avenida Bulevar Artigas calificado por los dos ejemplares domésticos modernos por excelencia, la Casa Vilamajó y la Casa Cravotto, se revitaliza como nuevo nodo administrativo, cultural y patrimonial. En la planta baja - Espacio Estudio,- funcionará la Sede de la Fundación Cravotto. El Primer nivel se destinará al espacio museístico y en el segundo y tercer nivel se ubicarán las Oficinas de Viaje y un espacio transitorio respectivamente.
La casa – estudio construida entre 1931 – 1932 es todo un manifiesto de la vida y obra del arquitecto. Las maquetas, croquis y fotografías que pueblan la casa testifican el marcado pensamiento urbanístico que lo permeó desde temprana edad.
Acorde a los tiempos modernos, teorizó acerca del paisaje desde una perspectiva ético-moral-social por encima de los fines funcionales y económicos. Una mirada romántica que colocaba al hombre en primer plano como principal artífice del territorio. Entonces, paisaje como construcción cultural implicaba la componente geográfica territorial pero por sobre todo la dimensión humana.
Desde 1911 cuando asumió como profesor titular del curso de Trazados de Ciudades y Arquitectura Paisajística hasta su última propuesta teórico- práctica “La Aldea Felíz” su pensamiento construye y reconstruye un urbanismo “aldeano, orgánico, moderno, estético y práctico”, fuertemente influenciado por las corrientes del urbanismo francés y norteamericano. Cravotto supo catalizar las ideas y vínculos que tejió con profesionales europeos y de la región en planes concretos que aplicó a nivel local, como es el caso del Plan Regulador de 1930.
Un denotado urbanismo científico que con el tiempo fue adquiriendo mayor espesor materializándose en otras propuestas como el Park-way Atlántico. Para Cravotto era necesario desarrollar un arte cívico que a través de la composición plástica del espacio perfeccionara la moral del hombre.
El arquitecto compositor debía equilibrase entre la intuición y la razón para conseguir la perfecta armonía de la “gran composición” que suponía la arquitectura, la paisajística y la urbanística.
Arquitectos: Antonio Cravotto
Año: 1932
Programa: Centro administrativo - cultural
Acceso: todos
