Correrse de los límites y operar de lleno en el territorio asimétrico de la ciudad contemporánea involucra un cambio en la instrumentalidad operativa del proyecto arquitectónico; actitud que aparece reiteradamente en los proyectos del estudio Alonso Crippa.
En el caso del Ph Thames se parte de una serie de no-condiciones como el emplazamiento en el centro de la manzana, el incómodo acceso por medio de un angosto pasillo o la falta de continuidad con la calle y el espacio público, como oportunidad para relacionar la parte con el todo. El desdoblamiento que registra la planta, consecuencia del encadenamiento espacial se hace público en la “casa de 10 ventanas”, la cual finalmente recupera la condición de ciudad al llegar al punto más alto a nivel de la terraza.
A la hora de proponer un edificio-epicentro para la ciudad como lo fue el reciente Concurso Internacional de ideas “Edificio para la Educción del Futuro”, los proyectistas apostaron por trascender la función educativa específica y concebir el modelo de edifico contemporáneo inteligente - innovador - sustentable como un activador del contexto. La extensión horizontal que se produce a nivel de planta baja devela una relación continua con el parque lineal y espacios públicos adyacentes. Programáticamente el edificio es al parque como el parque es al edificio.
En definitiva asumir la desarticulación, el vacío y lo impreciso tiene que ver con hacer de las posibles restricciones un potencial activo para el proyecto.