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Desde aquel tercer encuentro en la calle Montevideo, el equipo de jóvenes profesionales con doble sede en Córdoba y Madrid, ha construido una semántica de proyectos que hablan por sí solos.
La línea que une la idea conceptual con la obra terminada atañe un sinfín de situaciones que demandan la participación de múltiples agentes. Así es que han invertido por conformar una estructura holística de vínculos profesionales, relacionados a la arquitectura y el diseño así como también a la comunicación, lettering y arte. Una forma de comprender la integralidad del proyecto desde distintas miradas comunes.
El imput arquitectónico es un aspecto que atraviesa toda su obra. La “caja arquitectónica” se carga de data para generar ese manifiesto capaz de provocar climas, atmósferas y sensaciones. De ahí el valor de la primigenia idea conceptual embrionaria de cada universo estético.
En el restaurante Siamo la espacialidad recrea la casa o laboratorio del Chef, en tanto transitar por el coworking La Maquinita es como estar caminando por cualquier calle del mundo. Los diferentes microclimas se inspiran en modos contemporáneos e hiperconectados de trabajar; dinámicos y flexibles por esencia.
En definitiva, se trata de relatos que friccionan espacialidades con identidad propia susceptibles de transformarse en “escenarios con vida”.
Arquitectos: Marco Ferrari, Gabriela Jagodnik, Ramiro Veiga (socios)
Año: 2012
Acceso: todos
