El 25 de febrero de 2019 fue anunciado el concurso público “Laboratorio ambiental Binacional CARU” organizado por la comisión Administradora del Río Uruguay y el apoyo de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay (SAU), el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Entre Ríos (CAPER) y la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos (FADEA). Esta convocatoria condensó la participación de un total de 97 equipos de arquitectos de Argentina y Uruguay.
El desafío de construir un nuevo laboratorio para la CARU lleva implícito el reto de concebir un edificio de alta tecnología, contemporáneo y con amplia capacidad analítica de parámetros básicos y complejos del ecosistema acuático. Un soporte para el monitoreo y la investigación de los desarrollos acordados entre los dos países.
La elección del sitio estuvo supeditada por la presencia del Uruguay. Las características paisajísticas del predio y la presencia del puente Internacional (Libertador General José Martín) como elemento referencial fueron dos elementos de suma importancia. En este sentido se buscó que la nueva implantación contribuyera a la regeneración del lugar, absorbiendo alguna de las edificaciones existentes más próximas a la costa.
A grandes rasgos los lineamientos proyectuales establecidos en las bases del concurso se orientaron a una propuesta arquitectónica con un significativo carácter institucional desde el punto de vista arquitectónico como paisajístico. Una edificación sostenible integra, que abarque el diseño, construcción, operación y mantenimiento. Por lo tanto, se valoró especialmente aquellas propuestas que prestaron atención a la calidad ambiental y la eficiencia energética. Esta última entendida como la traducción de criterios económicos, funcionales y por sobre todo energéticos. Aprovechamiento de los recursos, utilización de energías alternativas, uso racional del agua y accesibilidad son solo algunos de los criterios sugeridos por el comisionado.
_ Los elegidos:
Como resultado del concurso fueron otorgadas 3 premiaciones, 2 menciones remuneradas y 6 menciones honoríficas.
El primer premio pertenece al equipo encabezado por los proyectistas Marcelo Gualano y Martín Gualano.
“El laboratorio de agua” interpreta el elemento agua desde lo material, conceptual y programático. Un techo de agua más una grilla estructural tridimensional definen el concepto. El techo de agua como material simbólico-comunicativo de la función interior, pero también como soporte energético para el acondicionamiento climático y la gestión de los recursos. En tanto, la estructura neutra genera la posibilidad de maximizar la capacidad de crecimiento, movimiento, expansión y cambios de programa.
El segundo premio corresponde al equipo liderado por Farncesco Comerci. En este caso el partido arquitectónico apostó por una imagen material fuerte que se realza por el peso de la implantación. Hacer evidente la artificialidad del hecho construido para generar contraste con el entorno natural. El desarrollo del esquema espacial también jugó un rol importante en la definición de la propuesta. La “calle de distribución” es la que define la espacialidad articulando todos los elementos. La circulación central racionaliza y simplifica tanto la solución constructiva-estructural como los vínculos programáticos-espaciales.
Por último, el tercer premio fue concedido al equipo de los proyectistas Miguel Cocco, Mariano de la Mota y Javier Socolovsky. Aquí la manera de implantarse y la claridad formal definen el partido. Una barra perpendicular al puente que se aprovecha del desnivel semi-enterrandose para así devolver más superficie verde. A través de la estructuración lineal del conjunto y su orientación consiguen mejores visuales, mayor compacidad y rendimiento de la planta.
Hasta el 16 de agosto del 2019 estarán expuestas en el Hall de la Sede Central de la FADU todas las propuestas que formaron parte del concurso.